Poco a poco fui dejando el país del norte, con toda esa mezcla racial y calles blancas por la nieve. Los tranvías que no contaminaban un cielo visiblemente celeste; el frio, que penetraba mis huesos, las interminables estaciones de metro, los almecenes atendidos por indues, las esquisitas y hermosas mujeres de todos colores, la CN Tawer, Casa LOMA, EL Museo Ontario y el de ciencia, el inmenso lago, las Cataratas del Niagara, los clubes nocturnos y ese misterioso sol, que a ratos salía solo pa iluminar mi camino.
Esta era mi primera cama, donde dormía cálido y lleno de pesadillas.
Llegué donde una señora que con los días le dejé de llamar "señora": se enojaba por todo, no me dejaba usar ni su radio para escuchar mis cds o el dvd, que no hiciera esto y lo otro. Además no tenía muy buena comunicación con ella, porque hablaba muy rápido, y poco le entendía.
En su casa también estaba Jesica, una mexicana que ya estaba hace tres meses en Toronto. Siempre se vistió igual. Estudiaba en la misma escuela que yo. Sabía más inglés que yo, así que me ayudaba a traducirme a la vieja. Era símpatica y buena persona. Conversamos bastante, y una noche, cuando mi situción con la dueña de casa revalsó el vaso, nos tomamos unas pisclas bien a la chilena. No la conocía y le encantó. Fue a dormirse bien contenta. Teníamos los mismos afinisiones, y en su país trabajaba en grupos politicos en obras sociales y reinvindicaciones un tanto revolucionarias. A pesar de su poder económico (tenía billete la cabra ).
LA ESCUELA: La escuela me quedaba a media hora en metro. Me levantaba, me lavaba y el desayuno lo tenía listo; jugo en polvo, pan con un queso asqueroso y leche. Me lo comía porque sino no duraba todo el día sin comer. Allá no se almorzaba, se comía un Lunch (un pan de molde con salame y un jugo más malo que el Kapo) Entraba a las 9 en punto, si, en punto. Todos saludaban HI, MORNING, HOW ARE YOU... Por ese lado no había problemas, me costo comunicarme al principio, pero de a poco las palabras se hacían amigas y todo ok ¡¡Realyyyy!!!
La escuela quedaba en el 3er piso de un edficio. Todos eran simpáticos, desde el director para abajo. Los profes que me tacaron eran bacanes, sabían enseñar: . La secretaria era rica, pero despué cambio de actitutud. Tenía compañeros de todos colores; coreanos, brasileros, mexicanos y 2 niñas que eran chilenas, pero casi no hablamos.
Quedé en el nivel 5 y mis hrmanos en el 8. A veces quedaba colgado en la clas

Pasaban los días en Canada, la nieve cada vez era más. Me cambié de casa porque no aguante más a la Purdón y volví a sonreír.
ESTA HISTORIA CONTINUARÁ MÁS ADELANTE, EN SU 2a PARTE Y FINAL..
AUNQUE NO LA SEGUIRÍA ESCRIBIENDO PORQUE ESTÁ DEMASIADO FEMO... VAH¡¡¡ FOME