abril 28, 2006

“UN VIAJE SIN PALABRAS”




Caminaba la ultima semana de mayo, cuando la lluvia en Santiago ya se hacia casi habitual junto a aquellas aves que emigran en busca del sol. Lo típico de la ciudad obliga a Simón a hacer uno más de esos viajes al norte, con la intención de destruir la rutina y respirar profundo.

Los pasajes estaban casi agotados, eso que no era fin de semana largo. Quizás muchos estaban en la misma. Nadie sobrevive en una ciudad como esta.

Simón sacó pasaje en el bus más barato, como era costumbre, ya que sus curriculum sólo llegaban a un archivador de todas esas oficinas que había visitado. Eligió ventana. Un viaje sin paisaje, no era viaje para él.

- ¿Pasaje para Ovalle...? Pregunto con su clásica sonrisa en los labios.
- A las 14:30 y a las 23: 45 en la noche.
- Deme uno para ahora por favor.

Siempre deseaba irse al lado de alguien simpático para conversar o de alguna mujer para conocer, aunque sea, por las seis horas de viaje. Sin duda, el tiempo correría a mayor velocidad de lo que la carretera permite.

Ya sentado en el asiento 17, acomoda su trasero en aquel sitio que tendría que soportar con el temor de quedarle “plano” o de provocarle más de algún calambre en las piernas. Seguía intrigado por aquel acompañante que le tocaría. Estaba convencido de hablarle, de entablar una conversación cualquiera, sin importar mucho lo que viniera después. Acomodó su mochila a sus pies, por si quería sacar algún libro para leer o algo para comer.


Estaba listo para partir. Miraba a la gente por la ventana como subía los bolsos al maletero. No sé porque siempre que viajaba, pensaba en sus padres, y también en los que llegaría a visitar. Era una costumbre que inconscientemente le surgía. Quizás por cierto temor, también inconsciente, que le producía el hecho de viajar. Mientras esto ocurría en la mente de Simón, se acercaba una señora con su hijo, de no más de dos años, la que al parecer sería su compañera de asiento, pero pasó de largo. Le gustaban lo niños, pero ese no era precisamente la ocasión para demostrarlo. Con tres personas más le había pasado lo mismo, pero el asiento de al lado seguía vacío y su incertidumbre, que ya era una desesperación, se hacía cada vez más fuerte.

De pronto, encienden el motor del bus y muchos rostros sonríen. Era la alegría de partir. En eso, se acerca una niña de unos veinte años. Tenía un rostro que era agradable, y unos cabellos negros que llegaban a la mitad de su cuerpo. Se saca la chaqueta y se sienta al lado de quién tanto la deseaba.

Fue una sorpresa para Simón, porque ahora sus deseos se habían convertido en una realidad extraña de manejar. Ahora la visión era otra, y la pregunta era como hablarle.

El bus finalmente salió del terrapuerto y tomo la carretera y los kilómetros iban apareciendo con el correr de las horas, mientras comenzaba la reseña de una historia digna de ser contada.

Iban abandonando esa capital enfermiza, dejando atrás los tacos, el smog y por ultimo, el asqueroso barrio industrial, en la salida norte de la Nueva Extremadura.

Ella seguía a su lado, y ya casi nada importaba. Todavía no la miraba a los ojos, porque en esos momentos él era una hormiga, la timidez le era algo incontrolable y sin explicación. Ella solo era indiferente a la situación, leía un libro con tal atención, que la hacia excluirse del mundo. La pequeña niña del asiento trasero, intentaba cantar una melodía infantil a pesar de sus cortos años. Al principio no era de mal gusto, ya que la canción dibujaba un cuadro de ternura desde una madre hacia una hija que esta aprendiendo a hablar, pero después de escuchar repetir: “vuela la abejita, vuela, vuela...”más de sesenta y dos veces seguidas, la cosa cambió.

Sin pasar a mayores, Simón aprovechó de observar el paisaje, mientras el sol se lo permitiera. Seguía pensando en la forma de dirigirle la primera palabra a su silenciosa acompañante.- ¿Le pregunto la hora? Pensaba.¿O el nombre? ¿Qué estudia? ¿Hacia dónde va? Un sin fin de probabilidades para hacer más placentero el viaje, y para demostrarse a sí mismo, que era capaz de vencer su timidez frente a esta obsesión femenina.

El sol ya estaba por irse y los cerros darían la bienvenida a las estrellas. Ya no habría tanto paisaje que mirar. Simón estaba inquieto, pero aún no podía emitir palabra alguna y no sabía porque razón. Cada vez que tomaba aire para hablarle, pareciera que se le iba a trabar la lengua. Pensaba en otras ocasiones similares. Abría y cerraba las manos, todo con el fin de practicar un ejercicio de relajación, y conseguir lo que a la larga se estaba convirtiendo en una estupidez.

De pronto el bus queda en pana, la niña que iba atrás, deja de cantar y comienzan los habituales comentarios que la gente dice en estos casos. Era una buena oportunidad para que él le hablara. A pesar de que ya habían recorrido la mitad del viaje.

-¿ Qué pasó? Pregunto Simón sin dudar a un joven que iba al frente, mientras su obsesión se había bajado a fumar un cigarro, quizás para entender la situación.

Las horas pasaban con lentitud, y comenzaba a hacer frío. Era una de esas noches en que se extrañan las estrellas junto a la persona que más nos comprende. La neblina sacó sus alas, cubriendo todo el litoral. El mar solo se imaginaba con sus ballenas negras.

El viaje siguió y todo volvió a ser lo mismo. El y ella, como en un concierto de mudos.

- Mejor me duermo, se dice él, con la intensión de mandar todo a la mierda, pero fue imposible. Ella sólo allí, tratando igualmente de cerrar los ojos, deseando llegar lo más pronto posible a su destino.

El motor del bus, agravaba su voz en las subidas en tercera, debido a los síntomas de la pana. Simón quería ver la luna para conversarle. Pensaba que era más simple y más romántico. Además sentía que podía ser más provechoso. Pero la niebla continuaba revoloteando la noche. Apenas se divisaban los letreros de la carretera; no se podía ver donde estaban. A lo lejos, suena un celular que despierta a varios.

- ¡Aló!... no sé dónde vamos, no se ve nada. Pero ya pasamos los Vilos hace rato.
-Ssshh¡¡¡¡... se escucha de atrás.
- Ya, Chao, nos vemos allá. Chao. Se despide en voz baja por el celular, y todo vuelve a ser silencio, como aquella pareja que salió en igual condición desde Santiago.

Simón sólo quería llegar, para ponerle fin a esta absurda historia.

Las luces de Ovalle, se veían a lo lejos a pesar de la niebla. A él le vinieron ganas de sonreír y de preguntar la hora. Ella aún callada.

-¿ Me dices la hora? Dijo por fin
- Ella no respondió, y la ciudad les empezaba a dar la bienvenida.

Llegando al terminal, ella se asoma por la ventana, y ve a su hermana. Al descender
del bus y después de un abrazo que reflejaba un gran reencuentro, ella le pregunta por su vida, sin palabras en sus labios, en lenguaje de señas.

FEMO. 14-agosto-2003.

abril 27, 2006

AQUÍ ESTÁ MI CURRICULUM ¡¡Necesito Trabajar!!


CURRICULUM VITAE

Antecedentes Personales:

Nombre: Felipe Esteban Muñoz Olmos.
Edad: 29.
Fecha de Nacimiento: 20 de marzo de 1976.
Cédula de Identidad: 13.032.029-8
Dirección: Los Ligustros #2484, villa Los Cántaros
Puente Alto.
Teléfonos: 09-8193629 -02 3150588 (recados)
Correo Electrónico: femosec@gmail.com
Estado Civil: Soltero.
Nacionalidad: Chilena.
Disponibilidad: Inmediata.


Antecedentes Educacionales:

Educación Básica

- Kinder a 2° básico: Colegio “Paídos”. Providencia.

- 3° básico: Colegio “Cardenal Samoré”. La Florida.

Educación Media

- 4° básico a 4° medio: Colegio Chilean Eagles College. La Florida.

Educación Superior

- (1999) Titulo: Contador General Mención en Computación.
Instituto de Formación Técnica “John F. Kennedy” Santiago Centro.

- (2005) Título Profesional: Periodista, Licenciado en Comunicación Social. Universidad Bolivariana. Stgo. Centro.

Otros

- Seminario Formación de Lideres “PEPL”. Instituto Teletón. 2001.

- Talleres de literatura. Sociedad de Escritores de Chile (Sech), Centro Cultural “La Barraca”, Centro Cultural “Balmaceda 1215”.

- Integrante del Círculo de Escritores de Ovalle.

- Participante de II y III Encuentro Internacional “Familia y Discapacidad”, Teatro Teletón. Noviembre 2001, 2002.

- Expositor en Congreso Internacional Oritel , Santiago de Chile, agosto 2003.

- Facilitador ICA-Chile, para PELP en Instituto Teletón – Santiago 2005.

Antecedentes Literarios

- Publicación de libro “El Pequeño Autor”, del taller literario del Centro Cultural “La Barraca”. Santiago 1995.

- Participación en Antología de Escritores de Ovalle “Escritores Ovallinos”, financiado por la I. Municipalidad de Ovalle 2000.

- Publicación de libro “De Poetas y Poemas”, ediciones Tomas Culturales, 2001.

- Grabación disco poético “Vinilo en Caja, Acentos y Corcheas”, independiente, 2004.



Antecedentes Laborales

- Profesor de Ajedrez. c. cultural “La Barraca”. La Florida.

- Monitor de Internet c. cultural “La Barraca”. La Florida.

- Profesor de Literatura c. cultural “La Barraca”. La Florida.

- Monitor taller de “Juegos de Salón” para discapacitados mentales, Municipalidad de La Florida. (Proyecto FONADIS) 2002.

- Práctica profesional en el Fondo Nacional de la Discapacidad (Fonadis) enero – marzo 2003

- Monitor taller literario Instituto de Rehabilitación Teletón Santiago 2004, 2005.

- Gestor Cultural en Programa Pro Empleo de la Fundación para la Superación de la Pobreza “Servicios Comunitarios” Santiago 2005.


Santiago, Coquimbo, La Serena y Ovalle
2006.

Carta de Miguelito a Mafalda


Querida Mafalda:
En este día tan especial me acordé de tu cumpleaños...

¡Como pasa el tiempo!
Nacimos en el corazón de un país que soñaba.
¡Cuántas utopías! ¡Cuántos deseos de crecer, de mejorar las cosas!.

Nos tocó convivir con un tiempo de hombres creativos:Luther King, Che Guevara, Juan XXIII, John Kennedy; nos trasmitieron el sentido de la justicia, el valor de los sentimientos, la maravillosa aventura de pensar con la propia cabeza.

Ayer me preguntaba por nuestra amiga Libertad, aquella pequeñita que un día encontraste en una playa, no me acuerdo si era Santa Teresita o Mar del Tuyú, me acuerdo todavía cuando la presentaste a tus padres.

Era vivaracha y quemadita por el sol de febrero.
¿Dónde vive Libertad? ¿Es verdad que la mataron durante la dictadura?. Dicen que la torturaron y su cuerpo desapareció en el Río de la Plata. Me cuesta pensar que se murieron sus sueños. ¿Y si vive? ¿Estará filosofando sobre la fragilidad de las cosas y el sentido de la vida?

¿Que fue de Susanita? ¿Se casó? ¿Pudo realizar su vocación de ser madre? La imagino viviendo en alguna ciudad de provincia, paseando del brazo del marido (un hombre bajo y calvo) en una tarde de verano, contenta con sus hijos y cuidando el primer nieto, realizada como tantas comunes mujeres.

Supe de Manolito, que perdió sus ahorros durante el corralito y no soportó tanta crisis. Los últimos días lo vieron cabizbajo, murmurando palabras incoherentes, abandonado como un mendigo en una estación de trenes, triste y abatido como tantos.

Sé que Felipe vive en La Habana, que probó con el cine, que tiene un taxi y que habla a los turistas de Fidel y de la revolución con el mismo entusiasmo de cuando vivía en Buenos Aires.

A Guille, tu hermano, lo escuché tocar, hace poco, en la Scala de Milano. Vive en Ginebra, nunca se arrepiente de haber emigrado en los últimos años de Alfonsín, me contó que es feliz con su nueva pareja.

Y vos, querida amiga, ¿como estás? Hace tanto tiempo que no tengo noticias tuyas.

Sé, por otros, que seguís escuchando la radio, que leés los diarios del mundo, que te duele el Irak como te dolía Vietnam, sé que trabajas para la FAO por los pueblos del hambre, que estás indignada por la prepotencia de Bush. Me llegó tu pedido para juntar medicinas para los Médicos sin Fronteras, sé que siguen las reuniones en tu casa de París, que estás confundida, inquieta y preocupada por el futuro del mundo...

En fin, Mafalda, sé lo suficiente como para saber que seguís viva, viva en el alma, niña como siempre.

De parte mía sigo escribiendo siempre, renegando porque me falta tiempo; creyendo, como siempre, en el valor de la sinceridad, perdiendo oportunidades por manifestar mis ideas. Algunos días estoy triste y deprimido, pero puede siempre más la alegría que la tristeza.

El mundo no mejoró mucho desde la época en que vivíamos juntos en nuestra patria.

A veces, cuando miro el globo terráqueo, encuentro tu mirada, pienso en todos aquellos que lo miran como vos, en los ojos de los que protestan, de los que no se conforman, y de los que viven en la atmósfera del optimismo y de la justicia.

Esos ojos, junto a los míos, te desean un buen día, querida amiga, por otros cuarenta años tan intensos y jóvenes como los que has vivido.

Un beso grande de tu amigo que te quiere como siempre.

Miguelito

UN NUEVO CAMINO POÉTICO Y CONSECUENTE

ESTOY SENTADO FRENTE AL COMPUTADOR, TRATANDO DE DISTRAER MI VIDA CON ALGO QUE TENGA SENTIDO. DE A POCO LAS PALABRAS IRÁN EMERGIEN-
DO INEXPLICABLEMENTE SOBRE EL MONITOR, QUE POR MÁS FRÍO QUE SEA, SERÁ UNA NUEVA INSTANCIA PARA DAR A CONOCER ESA MÁGICA POESÍA.
TAMBIÉN PUEDEN VISITAR: www.fotolog.cl/femosec69